miércoles, 8 de agosto de 2012

Enfermedades relacionada con la miopia II. Glaucoma

El glaucoma en realidad engloba varios trastornos oculares que provocan daños en el nervio óptico, provocados en la mayoría de los casos por una excesiva presión en el ojo. Es una enfermedad muy peligrosa, ya que puede llevar en muchos casos a la ceguera. Existen algunos ensayos clínicos.



Existen tres tipos principales de glaucoma, cuya descripción es la siguiente:


  • Glaucoma de ángulo abierto: es el más común de los glaucomas, provoca un aumento de presión intraocular progresiva que empuja al nervio óptico y su causa aun es desconocida aunue se sabe que en muchos casos es hereditario. Puede llevar en su fase avanzada a la ceguera y produce una pérdida de la visión lateral o periférica. Los tratamientos incluyen gotas para los ojos, terapia láser o cirujía. 
  • Glaucoma de ángulo cerrado: este tipo de glaucoma se produce cuando se bloquea la salida del humor acuoso que provoca una elevación rápida y dolorosa de la presión intraocular. Las gotas para dilatar los ojos y algunos medicamentos pueden desencadenar un ataque de glaucoma agudo. Los síntomas son dolor súbito e intenso en el ojo, visión borrosa o nublada, náuseas o vómitos, enrojecimiento e inflamación del ojo, y ceguera temporal. También se puede tratar tanto con gotas como medicamentos por vía oral o intravenosa. En casos extremos se recurre a la cirujía láser, llamada iridotomía.
  • Glaucoma congénito: esta enfermedad es hereditaria y se observa ya en el recién nacido, causado por un desarrollo ocular anormal. Los síntomas incluyen el agrandamiento, enrojecimiento y lagrimeo del ojo, opacidad en la parte central del ojo y sensibilidad a la luz. El tratamiento para esta afección es siempre la cirujía


Como siempre se recomienda acudir al oftalmólogo para diagnosticas de manera correcta estas afecciones y, en adultos antes de los 40 años, una revisión para favorecer el diagnóstico precoz de la enfermedad.

martes, 7 de agosto de 2012

Miopía

Miopia

¿Qué es la miopía?



Es una condición ocular, puede ser hereditaria (muchas veces aparece entre los seis o los dieciocho años) que provoca que los objetos se vean claros de cerca y borrosos de lejos. Su causa más frecuente es que el ojo es más largo de lo normal o la córnea demasiado curva, con lo que el rayo de luz converge antes de llegar a la retina, y da paso a una imagen borrosa.
Podremos decir que las imágenes fosilizan delante de la retina, y no exactamente sobre ella. La miopía puede aparecer durante la edad escolar como consecuencia de las tensiones visuales y postulan que debe afrontar el niño o el adolescente en la edad escolar.


Síntomas de la miopía:


Ver mal de lejos
Cerrar los ojos
Acercarse demasiado a la televisión oa la computadora
Acercarse demasiado a los libros
Dolores de cabeza

La cirugía con láser permite dejar de lado las gafas o las lentes de contacto, hasta ahora una herramienta indispensable para los miopes, y ver con claridad lo que antes eran imágenes difuminadas y borrosas.

Liberarse de las gafas sin perder un ápice de visión es el sueño de muchos miopes que han visto crecer su graduación desde la infancia y que dependen completamente. En la actualidad, la cirugía con láser está consolidada como un tratamiento para la miopía y, además, han surgido otras alternativas, como la colocación de diferentes lentes intraoculares, para resolver este problema de visión.

Este trastorno afecta a buena parte de la sociedad: en concreto el 25% de la población de más de 40 años es miope. Ver las siluetas difuminadas, las caras borrosas, no captar sus expresiones y no poder leer letreros por la calle son algunas de las dificultades más comunes con los que conviven las personas miopes. Hace unos años se definía con la frase coloquial "tener la vista corta», ya que los miopes ven muy bien de cerca, pero no de lejos. Las gafas o las lentes de contacto se convierten en un objeto indispensable para ellos. Por eso, muchos deciden operarse para no tener que depender de las gafas o las lentes de contacto.

La miopía se relaciona con el tamaño del ojo, con la curvatura de la córnea o con una combinación de ambos factores. Así, un ojo tipo hace unos 24 milímetros de diámetro, si es mayor, se sufre de miopía y, si es más pequeño, de hipermetropía.

También se sufre de miopía cuando la córnea, la lente principal del ojo, es más curvada, o de hipermetropía si es más plana. De hecho, el objetivo de la cirugía con láser es aplanar la curvatura de la córnea para eliminar la miopía o bombearla más para corregir la hipermetropía.

Cirugía con láser: para qué y para quién. La cirugía con láser (LASIK) da muy buenos resultados en personas con miopías bajas, con una graduación de hasta 6 dioptrías, aunque se ha aplicado en casos de hasta las 8, 9 o 10 dioptrías como máximo.

Sin embargo, los últimos años, se ha impuesto la tendencia de practicarla por debajo de las 8 dioptrías ya que, cuanto más alta es la miopía, peor es la calidad de visión resultante. En estos momentos, para las graduaciones altas hay otras alternativas quirúrgicas. El LASIK, cuya finalidad es modelar la superficie de la córnea para corregir la miopía, se puede practicar a partir de los 18 años-aunque es preferible hacerlo a partir de los 20 -, ya que si se hace antes la curvatura de la córnea se encuentra sujeta al desarrollo y la graduación puede ir en aumento. Aunque no hay una edad máxima para aplicar el láser, lo más habitual es practicarla hasta los 50 años y que, a partir de esta edad (los 50-55 años), se consideren otras opciones quirúrgicas más resolutivas.

Antes, durante y después

-El preoperatorio: para someterse al LASIK el paciente debe hacerse unos exámenes donde se estudia si cumple los requisitos para operarse y minimizar los riesgos de esta cirugía, ya que, aunque tiene pocos, son menos si se selecciona bien los pacientes adecuados. No se pueden beneficiar las personas con la córnea muy delgada o con muchas dioptrías.

-La operación: consiste en aplicar un láser de femtosecond primero y el excimer después. Primero, con el láser de femtosecon se practica un corte para levantar el epitelio corneal (también llamado flap corneal), que es la piel de la córnea. Después, con el láser excimer se modela la superficie corneal que, en el caso de la miopía, se rebaja. El láser no toca el ojo, que se mantiene abierto. La intervención sólo dura cinco minutos por ojo y se suelen operar los dos a la vez, por eso el acto quirúrgico dura diez minutos. Porque el paciente no sienta dolor durante el proceso, se le administra una anestesia tópica (gotas).

-El postoperatorio: dos horas después de concluir la cirugía, el paciente recibe el alta y puede irse a casa con los ojos cerrados para evitar molestias y estar más cómodo. Al cabo de dos o tres horas, puede abrirlos, aunque es posible que tenga la visión borrosa y sensación de quemazón durante cinco o seis horas. Sin embargo, poco a poco se recupera la visión nítida hasta hacer vida normal.


LASIK y PRK

El éxito de la cirugía con LASIK depende de las expectativas de los pacientes pero, en líneas generales, el 95% consiguen una visión similar a la que tenían con gafas. Las reintervenciones debidas a una dioptría o graduación residual son escasas, tan sólo un 1% o 3% del total, y las complicaciones graves son anecdóticas entre miles de personas gracias a las pruebas preoperatorias.

El LASIK ya lleva dos décadas de aplicación y, al hacer balance, se han detectado ciertos inconvenientes para que quienes se operaron de pocas dioptrías no han experimentado cambios a los 20 años. En cambio, los que se operaron de una miopía alta, de 12 o 14 dioptrías, en los primeros momentos de esta técnica al cabo de un tiempo han podido tener de nuevo 1 o 2 dioptrías. También se ha constatado que, si se adelgaza mucho la córnea, esta se debilita y tiende a bombear, hecho que volvería a provocar miopía, aunque es muy raro que esta sea la misma que tenía el paciente antes de operarse. Con el fin de evitar estos efectos adversos, en los últimos años se han perfilado mucho mejor las indicaciones del LASIK. Por un lado, se ha reducido el límite de dioptrías que se operan a 8 (hace solo dos años, operaban hasta 10), para no producir un excesivo debilitamiento de la córnea. Y, por otro, se ha decidido no operar las córneas muy finas. Pero las personas miopes con muchas dioptrías o la córnea muy delgada ahora también pueden librarse de la miopía en el quirófano con otras técnicas. Entre estas figura la PRK (de queratectomía fotorrefractiva), que fue una de las primeras técnicas de láser a utilizarse para corregir defectos refractivos, antes de que se conociera bien la técnica LASIK. La PRK también se vale de un láser excimer para remodelar la córnea y aplanar la misma.

Se trata de un procedimiento seguro e igualmente ambulatorio pero, en cierto modo, ha quedado eclipsado por LASIK debido al postoperatorio, ya que el tiempo de recuperación de los pacientes es más lento: mientras que las personas que se operan con LASIK ven bien unas horas después y pueden hacer vida normal al cabo de poco-uno de los principales ventajas del LASIK-, con la PRK la recuperación de la visión es más gradual. Sin embargo, cada técnica tiene hoy su lugar, sus pros y contras, y la elección de una u otra depende de las características del ojo y del problema de refracción de cada persona.


Del láser a las lentes intraoculares.

Otras técnicas alternativas al LASIK y la PRK para corregir la miopía consisten en la implantación de diferentes tipos de lentes intraoculares, la elección depende de la edad del paciente y del estado de su cristalino. Así, si la córnea es la primera lente del ojo, el cristalino es la segunda lente, que se encuentra dentro del ojo, detrás de la pupila. Esta lente permite enfocar de cerca, pero con los años se endurece y pierde elasticidad, lo que causa vista cansada (presbicia) a partir de los 45-50 años. A partir de los 60 años, esta lente endurecida, además de rígida, se convierte en opaca, de manera que aparecen las cataratas a los 70 o 80 años. Hay disponibles dos grandes tipos de lentes intraoculares:

-Lentes fáquicas o ICL (de «Intraocular Contact Lens», por sus siglas en inglés). Se implantan en personas jóvenes, no candidatas al LASIK por tener muchas dioptrías o la córnea muy delgada. El objetivo de estas lentes es conservar el cristalino.

-Lentes intraoculares (LIO). Destinadas a personas mayores que necesitan una cirugía de cataratas y quiere corregir la miopía. Las LIO se colocan después de extraer el cristalino que ha perdido la elasticidad y se ha hecho opaco. Por ello, a diferencia de las lentes fáquicas (diseñadas para preservar el cristalino), las LIO lo sustituyen por completo y son multifocales. Estas lentes pueden llevar cualquier tipo de graduación (hasta 20 dioptrías), y así la persona con cataratas y miopía puede librarse de los dos problemas al mismo tiempo.

El conjunto de intervenciones (tanto el LASIK como las cirugías con implante de una lente) cuestan entre 900 y 3.000 euros por ojo-según información del Centro de Oftalmología Barraquer. La elección de una u otra y el precio final siempre dependen de cada caso, ya que en estos momentos la cirugía de la miopía se personaliza de forma habitual.

Los miopes con más de 8 dioptrías, en riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la retina

Las personas con alta miopía, tienen un riego muy alto de padecer patologías del centro de la retina, las cuales originan una gran pérdida de visión en la mayoría de los casos. De hecho, el 40% de las personas con un nivel de miopía de más de 8 dioptrías tienen unas probabilidades muy altas de sufrir enfermedades de la retina.



Algunas de esas enfermedades son el glaucoma y las cataratas, además del desprendimientos de retina, la degeneración de la retina central por placas de atrofia, el crecimiento de vasos en el área macular, squisis o separación de las capas de la retina macular, etc.

Todas estas enfermedades ocasionan una importante pérdida de visión y, por lo tanto, un nivel de discapacidad visual considerable, por lo que son una de las preocupaciones mayores de especialistas en la retina.

El alargamiento patológico del globo ocular o de las personas con alta miopía, es lo que produce la predisposición a padecer estas enfermedades.

En el Congreso de la Retina que tuvo lugar en el verano de 2011, se han presentado los resultados de una técnica que remodela el globo ocular, devolviéndole su forma esférica sana y evitando muchos de los problemas más habituales de estos grupos de riesgo como son el desprendimiento de retina o el queratocono.

También se recomendó desde el Congreso de la Retina, que en los pacientes con 8 dioptrías o más, deben realizar controles periódicos en el oftalmólogo aun sin tener síntomas de ninguna de estas enfermedades. Las razones de esto son que muchas veces pueden pasar desapercibidas para el paciente por encontrarse en fases primarias, pero en muchas es de vital importancia un diagnóstico precoz. Tratarlas a tiempo es un factor determinante para que no se produzcan pérdidas irreparables en la visión.

Enfermedades relacionadas con la miopía I. Cataratas

La enfermedad denominada cataratas consiste en la pérdida progresiva de transparencia del cristalino, el cual es una lente transparente que nos ayuda a enfocar nítidamente los objetos y se encuentra detrás de la pupila. Las personas con un grado alto de miopía tienen predisposición a esta afección, luego aquí mostramos las causa, síntomas y tratamientos que presenta la enfermedad.


Las causas posibles de esta afección son la diabetes, las infecciones o traumatismos oculares, la herencia y sobre todo la edad. El envejecimiento es una causa muy habitual para esta enfermedad, cuya probabilidad de aparición es cada vez mayor conforme la edad avanza. Pero existen otros factores de riesgo que hacen que aparezca en edades tempranas como la alta miopía y algunas inflamaciones intraoculares. La diabetes y alguna clase de traumatismo ocular son otras de las enfermedades con predisposición a la aparición de miopía.

Los síntomas son una pérdida de visión progresiva de manera lenta, en la que la sensación es de tener la vista nublada, desenfocada o velada que no mejora con gafas ni lentes de contacto. También se suele perder calidad en la tonalidad de los colores. Las luces intensas o la oscuridad hacen que los síntomas sean más claros.

La intervención quirúrgica es el tratamiento más habitual para la enfermedad de cataratas. En ella se produce la extracción de la parte opaca del cristalino, que se sustituye por una lente artificial intraocular. La visión queda completamente restaurada y los riesgos son verdaderamente muy pequeños. Sin embargo, existen algunos casos en los que no es aconsejable realizar la operación, pero son casos extraños.

Por último, hay que recalcar que se debe hacer un diagnóstico cuidadoso realizado por un oftalmólogo, ya que muchas veces esa pérdida de visión puede deberse a otras causas, aunque la edad del paciente sea avanzada.

viernes, 3 de agosto de 2012

Miopía patológica

La miopía patológica es, junto con la degeneración macular o DMAE, una patología que puede acabar produciendo una aparición de vasos sanguíneos en la región subretiniana (neovascularización).



Cuando se produce la aparición de estos nuevos vasos sanguíneos, éstos van destruyendo la mácula poco a poco, lo que produce en su fase final la ceguera. No obstante, antes de que la mácula quede destruída sin remedio, puede corregise y detenerse la degeneración mediante tratamientos.

Es importante por lo tanto diagnosticar lo antes posible esta enfermedad y saber cuales son sus síntomas. Entre ellos están la visión distorsionada, comoo líneas rectas que se vean torcidas o manchas en el centro del campo visual.

Se considera miopía patológica o degenerativa la que supera las 6 dioptrías, ya que deja de considerarse como un problema refractivo debido al alargamiento excesivo del globo ocular.

La miopía patológila es uno de los factores de riesgo de la neovascularización por lo que siembre habrá que corregirla en un oftalmólogo, porque deja de estar dentro del campo de acción de un óptico el diagnóstico y tratamiento de estas enfermedades oculares.

Por eso, si alguien supera las seis dioptrías debe llevar un control periódico por un oftalmólogo, incluso si el paciente se ha sometido a cirujía para erradicar su miopía ya que el globo ocular siguie siendo demasiado alargado a pesar de estar corregida la miopía y el factor de riesgo es practiamente el mismo.

La pérdida de visión tiene un efecto enorme sobre la calidad de vida de las personas que ya no pueden realizar tareas tan sencillas como conducir, ver la televisión o jugar a las cartas, por eso es muy importante detectarla a tiempo. Por eso en el caso de los niños hay que ser especialmente previsor y llevar un control oftalmológico de todos los niños de manera semestral en el caso de tener miopía patológica o anual en caso de ser solo miope.

jueves, 2 de agosto de 2012

En la oscuridad, todos somos miopes

Como os hemos contado en otros artículos, la miopía es producida porque el cristalino y la córnea refracitan los rayos de luz delante de la retina en lugar de hacerlo sobre ella, lo que produce un error de refracción.



Científicos de la Universidad de Murcia han hecho un descubriemiento sorprendente: todos los ojos se vuelven algo miopes en la oscuridad. El fenómeno se debe a un mecanismo de sobreacomodación del cristalino del ojo en la oscuridad que afecta por igual a miopes y no miopes.

Históricamente la miopía nocturna había sido considerada un misterio no resuelto que según comentan los autores del estudio, "traía de cabeza a astrónomos y militares desde el siglo XVIII".

Pablo Artal, al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), en unas declaraciones recogidas por Europa Press, afirmaba que “clínicamente, se pueden producir síntomas visuales por desenfoques tan pequeños como 0,5 dioptrías, pero estos solo se superan en la miopía nocturna en condciones inusualmente bajas de luminosidad”.

Esto ha sido posible gracias a una técnica denominada óptica adptativa, que se suele utilizar en astronomia para eliminar el efecto de turbulencia atmosférica en un telescopio. Esta técnica funciona con luz infrarroja, con la que se pudo medir el nivel de miopía producido a consecuencia de la oscuridad en diferentes condiciones de luz y ópticas.

 Anteriormente se solía pensar que la oscuridad ocasionaba en 15% de pérdida visual, el equivalente a 1,5 dioptrías, una cifra demasiado elevada. Esto ocurría porque no se disponía de las herramientas de diagnóstico actuales para ello.

Debido a esta creencia, se pensaba que la oscuridad es el posible detonante de muchos accidentes de tráfico e incluso en los años 80 se popularizó el uso de gafas especiales para conducir por la noche, que corregían supuestamente la pérdida de agudeza visual.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Como se evalua el grado de miopía

Para medir el nivel de miopía se tienen que realizar una serie de pruebas y tests, realizados por un oftalmólo, que te describimos a continuación:



- Una prueba de agudeza visual – Este test tiene como propósito determinar las letras más pequeñas que una persona puede leer en una tarjeta estandarizada que debe estar a una distancia de 4 a 6 metros. Para realizarlo se tapará uno de los ojos en cada pasada para evaluarlos por separado.

- Una prueba de refracción – En esta prueba debes sentarte en una silla equipada con un foróptero o refractor. Una vez sentado/a debes taparte un ojo y mirar a través del refractor y enfoca en una tabla optométrica a una distancia de 6 metros. Mientras, el oftalmólogo irá cambiando lentes delante de tus ojos para ver cual es la que mejor se adapta a tu visión.

 - Una prueba de visión del color – En el examen de visión cromática el médico muestra una serie de tarjetas con patrones de puntos de colores, algunos de los cuales harán ilusiones de símbolos, letras o números. Entonces, tapandote un ojo cada vez, deberás identificar esos símbolos e incluso la intensidad del color.

- Un examen con lámpara de hendidura – La lámpara de hendidura es un microscopio de bajo poder combinado con una fuente intensa de luz que se enfoca en un delgado rayo. En la prueba debes sentante, apoyando la cabeza sobre un soporte y manteniéndose inmóvil. Entoces el médico examinará a fondo los ojos a veces ayudado por un tinte amarillo y gotas para dilatar las pupilas.

- Por último se realizarán dos exámenes: un examen exhaustivo de la retina y pruebas de los músculos el ojo para comprobar si están demasiado tensos o distendidos.

Una vez realizadas todas estas pruebas, el oftalmólogo estará en condiciones de evaluar el carácter y grado de miopía, y así poder darle la mejor solución.